Son muchos los que, a la hora de arrancar con la ‘operación bikini, eliminan la pasta de su dieta, olvidando que este alimento es una gran fuente de energía y un pilar fundamental de la dieta mediterránea.
Como ya publicábamos hace algunas semanas, la pasta es protagonista de muchos estudios. Entre ellos, uno llevado a cabo por Instituto Mediterráneo Neurológico Neuromed en Italia, que confirmó que, el consumo de pasta no fomenta la obesidad, sino que ayuda a disminuir el índice de masa corporal. Bien es cierto que en los últimos años la pasta ha sido asociada a la obesidad, razón por la que muchos han limitado el consumo de uno de los alimentos fundamentales de la dieta mediterránea, pero según esta investigación, el consumo de pasta esta asociada de manera muy reducida tanto a la obesidad general, como la abdominal.
Pero no es el único análisis que ayuda a que cada vez sean más los que no temen a incluir la pasta en su alimentación diaria, ya que recientemente se han publicado los datos de otro estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital St. Michael de Toronto (Canadá) sobre la influencia de pasta en la pérdida de peso. La investigación fue realizada con un grupo de personas que tomaron una media de 3,3 porciones de pasta por semana en lugar de otro tipo de carbohidratos. Los resultados demostraban que las personas habían logrado perder peso. ¿La razón? A diferencia de los carbohidratos refinados, la pasta posee un índice glucémico más bajo, provocando menos niveles de azúcar en sangre.
¿Necesitas más razones para comer pasta?
La pasta es una fuente de energía saludable. Incluyendo pasta a nuestra dieta estaremos aportando nutrientes esenciales a nuestro organismo y la energía necesaria para mantener el ritmo de actividad diaria.
La pasta no tiene grasas y es rica en fibra. Sobre todo si elegimos la integral. Una ración de pasta de 85-100 gramos es baja en grasa, colesterol y sal.
La pasta es un plato muy versátil. La pasta es la perfecta compañera de muchos alimentos ricos en fibra y proteína. Desde legumbres, hasta verdura, carnes o pescados.
La pasta ayuda a prevenir enfermedades. Muchos expertos coinciden en que, al ser un ingrediente fundamental en la dieta mediterránea, contribuye a mejorar nuestro estado de salud reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares o protegiendo frente a enfermedades como la diabetes.
La pasta ayuda a mejorar el rendimiento durante la actividad física. El cuerpo humano utiliza los carbohidratos para obtener glucosa, fundamental para que el cuerpo funcione con normalidad y cuente con la energía necesaria.